domingo, 6 de mayo de 2012

Que siga el yerro su camino...

Antes de nada, y ahora que han pasado unos días, quisiera agradecer a todos/as los que vinieron a la conferencia del viernes pasado su asistencia, puesto que el salón de actos estuvo muy concurrido. No se llenó pero pasamos de la media entrada, por lo que estoy más que satisfecho. Y eso contando conque muchos de vosotros no pudisteis venir, por motivos laborales, de salud, viajes, por vivir en otros lugares, porque había otros planes, etc. En cualquier caso insisto: tratándose de un tema como el del ferrocarril y extendiéndome como lo hice el resultado final no fue nada malo. De nuevo, gracias.
Hoy me gustaría comentar alguna cosa más de la estación de Santa Cruz, al menos de esos momentos iniciales de su existencia. Fue la compañía de MZA la que se asentó en la localidad en 1862, quedando englobada Santa Cruz en el tramo Manzanares-Córdoba. En cualquier caso llegar hasta esa situación no fue nada fácil. Como ya he comentado en este mismo blog, los planes ferroviarios de ese momento distaban mucho de ser firmes, y variaban de recorrido con excesiva facilidad. Si ya costó un gran esfuerzo que los caminos de hierro se dirigieran de Manzanares a Valdepeñas, otro aún mayor fue conseguir que el tren tuviera parada en Santa Cruz de Mudela, puesto que la intención de la compañía era trazar un itinerario hasta Torrenueva y Castellar de Santiago, para luego dirigirse hacia el sur en su anhelada búsqueda de los puertos andaluces.
En el caso de nuestra localidad no disponemos (aún) de un nombre o de un acontecimiento que supusiera el cambio de parecer de la ya todopoderosa MZA. Si en Valdepeñas fue el ingeniero Eduardo Carlier el que consiguió la instalación del edificio de viajeros en su entorno, para la estación de Santa Cruz solamente cabe suponer que los ingenieros que diseñaron el camino de hierro (todos ellos de procedencia belga) entendieron que el trayecto hacia Córdoba desde Valdepeñas tenía un único sentido: hacia el sur. No niego que pudieran existir algunas presiones de las élites burguesas y comerciales que ya existían en la zona, como el Marqués de Mudela y sus negocios vitivinícolas, pero eso, insisto, es una hipótesis que no está comprobada. En cualquier caso, la línea férrea tomó la dirección hacia Despeñaperros y nuestra villa tuvo la fortuna de tener, en su seno, una estación ferroviaria.
El caso de nuestro pueblo fue bastante curioso, porque a diferencia de otros lugares en los que la instalación de los caminos de hierro tuvo un impacto inmediato, Santa Cruz de Mudela pasó por un largo periodo de crisis demográfica y económica. En realidad el asunto no tiene nada de extraño porque el país mismo sufrió los inconvenientes y trastornos de una depresión generalizada a partir de 1866, y cuyos efectos fueron tan impactantes que llevaron incluso a la proclamación de una dinastía distinta a la de los Borbones y al intento de manejarnos políticamente con la I República española, que tantos problemas tuvo que afrontar. Los efectos de esa crisis económica, financiera y política, sumados a la incidencia de distintos episodios funestos en el campo santacruceño (sequías y langosta principalmente) y al castigo de las epidemias (cólera morbo, tifus, sarampión, etc.) hicieron que la llegada de los caminos de hierro no fuese en modo alguno halagüeña, y no indicaba, desde luego, el gran aporte que posteriormente legaría la estación a la localidad. Pero eso, si lo tenéis a bien, lo contaré en otra ocasión.



2 comentarios:

  1. Una vez más, gracias por ilustrarme, al menos a mi, en esta faceta que me resultaba desconocida, de la historia de nuestro pueblo. La vivo con sumo interés y la sigo con expectación. Y decirte que me alegro, y mucho, de que tu conferencia fuera exitosa. Solo espero que mis obligaciones de esclavo me permitan gozar de otra algún día. Entretanto, sigue con este blog que va creciendo como la buena hierba, poquito a poco. Un abrazo amigo.

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    1. Eso espero Mauro, para la próxima colocaremos la conferencia en otro día más adecuado al objeto de que más gente pueda asistir. Y gracias por los ánimos, siempre son bien valorados cuando provienen de ti. Un saludo.

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